De un programa de practicantes universitarios a un plan de carrera, ¿es posible?

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De un programa de practicantes universitarios a un plan de carrera, ¿es posible?

Un beneficio más para las empresas al implementar un programa de practicantes universitarios es contar con un plan de carrera que facilite al área de Recursos Humanos el reclutamiento de nuevos colaboradores.

Si estás pensando en llevar a cabo la contratación de becarios no solo para apoyar socialmente la formación de futuros profesionales, sino para fortalecer la estructura de participación de tu empresa, explorar las nuevas tendencias en relaciones laborales y, ¿por qué no?, tener un potencial de futuros trabajadores, estás en el camino adecuado.

Pero la pregunta es, ¿cómo diseñar un plan de carrera efectivo, a partir de un programa de practicantes universitarios?

¿Por qué un plan de carrera es esencial?

De acuerdo con un estudio de Gallup, solo el 33% de los empleados en Estados Unidos están comprometidos con su trabajo, lo que puede deberse en parte a la falta de oportunidades de crecimiento profesional claras. Diseñar un plan de carrera efectivo desde el inicio de un programa de practicantes puede aumentar la satisfacción, el compromiso y la retención de talento en la empresa.

Según Josh Bersin, analista de tendencias en recursos humanos, los programas de desarrollo de carrera que incluyen una ruta clara y objetivos específicos son esenciales para el éxito organizacional. En este contexto, los practicantes universitarios no son la excepción, y ofrecerles un plan de carrera bien estructurado puede ser una estrategia para atraer talento a tu organización. Pero, ¿cómo se puede diseñar un plan de becarios por carrera?

El diseño de un plan de carrera desde un programa de practicantes

A continuación, te compartimos algunas estrategias:

Establecer metas claras

Una de las técnicas más efectivas para diseñar un plan de carrera es el uso del método SMART, que establece objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido. Este enfoque asegura que tanto la empresa como el practicante tengan expectativas claras.

Por ejemplo, en el caso de practicantes de mercadotecnia o marketing digital, un objetivo SMART podría ser: «Aumentar el tráfico del blog corporativo en un 20% en los próximos tres meses, a través de estrategias de SEO y contenido optimizado.» Este tipo de meta no solo es clara y cuantificable, sino que ayuda a orientar el aprendizaje del practicante hacia una dirección concreta.

Análisis FODA aplicado al plan de carrera

El análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) es otra herramienta que puede emplearse al diseñar un plan de carrera para practicantes universitarios. Este análisis ayuda tanto a la empresa como al estudiante a comprender sus capacidades actuales y a identificar áreas de mejora.

Este análisis al empezar el programa de practicantes podría incluir fortalezas como «habilidades técnicas avanzadas» y debilidades como «poca experiencia en la gestión de proyectos». Con esta información, la empresa puede asignar tareas que ayuden a potenciar las fortalezas y abordar las debilidades.

Mentoría y coaching: claves para el crecimiento profesional

Un buen mentor puede guiar al practicante a través de los desafíos de la transición entre el ámbito académico y el profesional, proporcionándole retroalimentación constante y ayudándole a desarrollar habilidades blandas como la toma de decisiones, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo. Para mayor información sobre su importancia, te invitamos a consultar nuestro artículo El coaching, elemento clave en un programa de becarios y acelerador de nuevas tendencias laborales.

Retroalimentación continua y evaluación del progreso

Un elemento clave en cualquier plan de carrera es la retroalimentación regular. Según el especialista en desarrollo de talento, Marshall Goldsmith, la retroalimentación es uno de los pilares más importantes del crecimiento profesional. Durante el programa de practicantes, es fundamental que los líderes o mentores proporcionen feedback constructivo y continuo, no solo al final del programa.

Esta retroalimentación debe estar alineada con las metas SMART previamente establecidas y el análisis FODA, evaluando no solo el desempeño técnico, sino también el desarrollo de habilidades blandas y el progreso hacia los objetivos establecidos.

Fomentar la autonomía y la toma de decisiones

Finalmente, un plan de carrera efectivo debe permitir que los becarios universitarios desarrollen su autonomía y habilidades de toma de decisiones. De acuerdo con un informe de Deloitte, los millennials y la generación Z buscan en sus trabajos un entorno donde puedan aprender y asumir responsabilidades rápidamente.

Un plan de carrera bien diseñado para un programa de practicantes universitarios no solo beneficia al estudiante, sino también a la empresa.

Invertir tiempo y recursos en el desarrollo de estos planes no solo impulsa el crecimiento profesional de los becarios, sino que asegura que la empresa esté cultivando un pipeline de talento para enfrentar los desafíos del futuro. En Becarios Mx te apoyamos con planes de contratación de practicantes que también estén orientados a este beneficio. Contáctanos ahora.

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